Todos conocemos al Espinosaurio (Spinosaurus aegyptiacus) por su espectacular papel en la tercera entrega de la saga Jurassic Park, cuando se enzarzó en una increíble lucha con un tiranosaurio rex de la que salió muy bien parado, tras partirle el cuello al T-Rex con su espectacular mandíbula de cocodrilo.
Pero, lo que no hemos sabido hasta hace poco, es que además era un gran nadador. Medía más de 15 metros desde la cabeza a la cola, pesaba más de 20 toneladas y pasaba la mayor parte del tiempo en el agua, alimentándose de grandes peces. Sabíamos que era piscívoro, pero creíamos que pescaba a la orilla de ríos y lagos.
Hace unos 5 años, el paleontólogo germano-marroquí Nizar Ibrahim, que actualmente trabaja en la Universidad de Chicago, encontró en Marruecos nuevos restos de Spinosaurus que pueden cambiar la historia porque evidencian que el Spinosaurus fue el primer y único dinosaurio acuático conocido hasta ahora.
Esta investigación demuestra que pasaba largos periodos de tiempo en el agua. La revista Science Magazine ha desvelado que sus orificios nasales estaban colocados muy atrás para poder respirar en el agua mientras nadaba medio sumergido, como los cocodrilos. A su vez, el hecho de que sus patas fueran más cortas que las de otros dinosaurios terrestres, demuestra que las utilizaba para nadar, en vez de para correr. Sus huesos también eran más densos que los de otros dinosaurios terrestres, lo cual, al parecer, le ayudaba a flotar en el agua.