Hugo era un dinosaurio, pero no penséis que era un dinosaurio cualquiera, Hugo era un Braquiosaurio enorme. De todas las cosas del mundo, había algo que a Hugo le encantaba: “hablar”. Hablaba hasta por los codos. Hablaba de todo tipo de temas con todos los dinosaurios y animales que se encontraba en su camino. Hablaba del cielo, del mar y de las montañas. Hablaba de caminos, ríos y desiertos. No había tema que se le resistiese. Pero últimamente, se encontraba bastante solo y triste. Hacía dos semanas que se clavó una espina en una de sus patas delanteras y tenía que guardar reposo. El resto de la manada se había marchado en busca de pastos más verdes y él, viéndose incapaz de seguir su ritmo de marcha, decidió reposar hasta encontrarse mejor.
Una mañana de verano, Hugo se encontraba realizando su paseo matinal de recuperación cuando vio a una pequeña Diplodocus sollozando al pie de un manzano.
– Hola! ¿Cómo te llamas? – Preguntó Hugo muy preocupado.
– Hola, me llamo Sauri – contestó la pequeña.
– Yo me llamo Hugo. ¿Qué te pasa? – Preguntó nuestro amigo interesándose. Hugo tenía un corazón proporcional a su tamaño, enorme.
– Tengo muchísima hambre y no alcanzo a coger las manzanas de este árbol – contestó tímidamente Sauri.
– Ah ! eso no es ningún problema, yo te puedo ayudar!- Le respondió nuestro amigo. El Braquiosaurio no necesitó ni tan siquiera tocar el manzano. Con una de sus patas dio un fortísimo pisotón y de la vibración todas las manzanas cayeron al suelo. Bueno, al suelo y a la cabeza de la pequeña Sauri, pero ella estaba tan contenta que ni lo notó.
– Bravo! Hurra! – Sauri estaba feliz. Ahora tenía un montón de frutos a su alcance para poder llenar la barriga.
– Uno, dos, tres, cuatro, cinco y seis! – Hugo contaba, reía y hablaba. Ya casi no se acordaba de la herida de su pata.
– ¿Quieres venir conmigo? Voy siguiendo a mi manada que se marchó en busca de pastos más verdes. Me gustaría mucho tener una compañera de viaje tan simpática como tú.
– Por supuesto que sí – Exclamó la pequeña Diplodocus.
Y de esta forma tan sencilla se hicieron amigos y comenzaron a recorrer juntos un camino lleno de aventuras. Finalmente Hugo tenía a alguien con quién poder conversar y la pequeña Sauri tenía un gran amigo dispuesto a ayudarla en momentos de necesidad.
Hola!! Buenas noches!
Estoy leyendo para mis niños la historia de Los dinosaurios Hugo y Sauri, ellos realmente están disfrutando mucho, me di cuenta que la historia no está completa. Cómo puedo encontrar el resto de la historia?
Les agradezco desde ya
Hilaine Fernandez
Hola! estas historias eran de hace mucho tiempo, estamos intentando de nuevo llenar de contenido el blog. Hemos colgado cosas para colorear, mucha informacion y en cuanto podamos nbos pondremos a hacer mas cuentos. Muchas gracias!!
Hóla cho estoy asiendo una tarea con el cuento
Aún la historia sigue son estar completa. Hay algún libro del mismo? Mí hijo está fascinado y una lástima este incompleta. Si pueden pasarme información
HOla Joana, en breve seguiremos colgando mas. Puedes seguirnos en facebook donde iremos avisando de cada capitulo nuevo.
Hola, les Leo cuento a mis hijos y les conté el CAP 10 y no sabía que no estaba completo, espero y puedan seguir la historia es excelente.